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Foto del escritorAna Isabel Rodríguez

Dos soles almerienses y una confusión. ¿Te han engañado toda la vida?


Más de medio siglo de la historia de Almería ha formado parte de una confusión. Hemos crecido con un embuste. Y nos lo hemos creído. “Una mentira repetida 1000 veces, se convierte en una verdad”. A nuestro sol más famoso le han usurpado la identidad.

¿Conoces al “Sol de Portocarrero”? ¿Y al “Sol de Villalán”? El símbolo de la ciudad de Almería es el segundo, pero la gran mayoría de la gente se refiere a él con el primer nombre. La confusión solar tiene como protagonistas estelares a dos obispos: Diego Fernández de Villalán & Juan del Castillo y Portocarrero.

Por un lado, Villalán era de Valladolid pero fue el primer obispo que vivió en Almería. Propició la construcción de la catedral y, en su testamento, manifestó que deseaba ser enterrado en la Capilla del Santo Cristo de la Escucha. Curiosamente, en su muro exterior aparece el controvertido sol.

Por otro lado, Portocarrero nació en Salamanca y era hijo de los Condes de Palma. A él le debemos la construcción de la Iglesia de San Pedro y la Iglesia de San Juan. También fue él quien declaró a San Indalecio como patrón de Almería.


Siglos después entraría en acción el verdadero protagonista del malentendido: Juan Antonio Gómez Angulo (antiguo alcalde de Almería). Tenemos que retroceder en el tiempo hasta mayo de 1968. En esta época instaura un galardón para promover el turismo de nuestra provincia. Se llamó ‘Sol de Portocarrero’. Como señal de gratitud, se le entregó al director de Iberia ya que él nombró a uno de sus aviones “Ciudad de Almería”.

Pensaron en situar el sol como símbolo, ya que desde 1928 nuestro litoral era conocido como la Costa del Sol. Posteriormente, el nombre abarcó también a las costas granadinas y malagueñas. No obstante, Málaga acabó llevándose el gato al agua. Se apoderó de esta denominación en exclusiva.



Con tanto sol el alcalde se deslumbró y no vio que el astro que mostraban no era el Sol de Portocarrero, sino el Sol de Villalán. Parece ser que la confusión se origina como consecuencia del pequeño sol que Portocarrero luce en su escudo heráldico (presente en la torre del campanario). Pensaron que el gran sol que aparece en la catedral, en la C/ Cubo, era el mismo. Creyeron que se había realizado en su época. Ahí radica el error. El Sol de Portocarrero data de 1610, mientras que el sol de Villalán es aún más antiguo. Vio la luz en el año 1555.


¿Los dos soles son tan parecidos como para confundirlos? Ambos presentan un “rostro” con rasgos humanos y están relacionados con la catedral. No obstante, también cuentan con bastantes diferencias. El sol de Villalán posee mayor tamaño, muestra 36 rayos y aparece enmarcado por hojas de laurel. Representa al sol como la promesa de justicia que es capaz de ganar a la oscuridad de la muerte. En cambio, el sol de Portocarrero tan sólo tiene 16 rayos y exhibe la inscripción ANOD1610”. Al parecer, simboliza el renacimiento de la religión cristiana.

Gracias a las crónicas de Emilio Esteban Hanza, abogado y escritor natural de Canjáyar, la provincia por fin pudo conocer la verdad. Ambos soles ya pueden brillar cada uno con la intensidad que merece.

¿Te sorprende la confusión? ¿Cuál de los dos soles prefieres?

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